Queridas alevinas,
La semana pasada quedé a la espera de la primera victoria en hierba, y pude comprobar ayer que vuestra primera misión se ha conseguido y con nota. No tanto la puntualidad, que sigue siendo nuestro punto flaco, y lo que más me preocupa, no es la demora en la llegada, sino la tranquilidad con la que vais llegando, sin saber de que color jugamos, si tengo o no la ropa, no es obligación de vuestros padres preparar las mochilas, debe ser una obligación vuestra tenerlo todo preparado para el partido.Cuando yo tenía vuestra edad (tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para recordar), y llegaba tarde, sabía que era muy probable que me quedase en el banquillo, yo eso no lo puedo aplicar porque jugaría con dos…. Siempre he dicho que la vida es una cuestión de detalles, y si llego tarde, por los motivos que sea,, al menos que parezca que me preocupan las cosas.Por eso cuando yo llegaba tarde, corría cual gacela desde la para da del autobús, hasta el campo para que Luismari o Fernando se dieran cuenta de que me preocupaba llegar tarde. Vosotras ni eso, llegamos tarde, y con una tranquilidad pasmosa, menos mal que no es primavera, porque alguna iría recogiendo florecillas…
Dicho esto, dentro del campo muy bien, vais cogiendo los sitios, y sobre todo empiezo a ver mucha participación por parte de todas, lo cual me alegra enormemente porque estas actitudes hacen equipo. Hasta quince veces llegamos arriba, tirando a puerta en varias ocasiones, con tal mala suerte que dimos algún que otro palo. Me gusta ver que algunas cosas que practicamos los viernes, se plasman los sábados.Tenemos que repasar las posiciones, y practicar los penaltis el próximo viernes, pero eso es obligación mía. En unos meses, creo que os retiraré los GPS a todas, porque veo que ya sabéis posicionaros en el campo. Los audífonos, van a tardar más, porque tenéis un oído selectivo, que solo reciben los sonidos de las frecuencias que emiten vuestras vocecitas, porque la mía desde luego no os llega.
Fuera del campo, una cosa, en el banquillo SOLO se habla del partido, si seguís en este plan, me voy a ver obligado a colocaros separadas a lo largo de la banda. No se puede estar todo el día hablando, y eso que hay veces que vuestras conversaciones que me fascinan, pero para después del partido.Desde el viernes a las seis hasta ayer a las once no parasteis ni un minuto.
Aprovechando mi futuro viaje por el norte de España, y como creo que os lo habéis ganado, os traeré unos ricos sobaos, para que el poder de la mantequilla os de fuerzas para aguantar cualquier entrenamiento o partido. A ver que hago el día que vaya a Huelva, porque no me veo pelando langostinos, o preparando conos de pescaito, je je je.
Muchas gracias a Marta, que, a pesar de su fiebre, bajó para estar bajo los palos, en un acto de generosidad digno de tener en cuenta.